“Ámonoh, hijo!” No paro de escuchar ese grito de guerra allí donde voy en mi periplo hispalense, y más en estas fechas. Es curioso, es una expresión polivalente, fruto de una posible ancestral forma de comunicación de los primeros habitantes de la península, el Hombre de Orce y el Homo Antecessor, que les sirve a estos especímenes actuales entre los que me muevo para indicar que algo ya está listo, v.g. la comida está lista para que me la traiga el camarero, la cocinera la deja en la ventanita que comunica la barra con la cocina y entonces se oye en todo el puto pueblo la siguiente expresión de sus labios (o más bien de su jodido estómago): “ÁMONOH CON EL MAEHTRO, HIJO!!!”, “¿que os venís conmigo? ¿A dónde, si yo no me voy a mover de aquí?” pienso por una fracción de segundo, la falta de costumbre, claro…
Y es que, de expresiones como esta está llena nuestra querida comunidad andaluza, expresiones que después se combinan con un peligroso y ancestral fervor religioso, dando como resultado una combinación explosiva de arte y grasia única y pintoresca a los ojos del mundo. Lo que no saben los turistas belgas, británicos y japoneses que asisten con tanta atención y admiración a estos desfiles de charanga y pandereta, es todo lo que hay detrás: esos penitentes y/o costaleros pre-hominidos, guiados por esos “hermanos mayores” o como coño se llamen en su jerarquía de tintes masónicos, todos grandes hijos de la grandísima puta todas las semanas del año excepto una, en la que se hacen una diálisis espiritual y vuelta a joder. No generalizo oiga, españolito, no se me caliente tan pronto lo que pasa es que haciendo un estudio estadístico, suele resultar que en un gran porcentaje, el ganado que nos encontramos bajo esos capirotes o bajo esos pasos (algunos muy bellos, fuera ya de religiosidad o no) suele corresponder con el retrasado que, en su coche tuneado hasta el absurdo, se salta un semáforo por el que usted cruza de la mano de su mujer y al que usted, con toda la razón del mundo y sin querer ir más allá de la connotación educativo-social, increpa por tal acción. No teniendo suficiente con esto, encima el animal pega un frenazo y (quizá por defender su territorio –llámese vw golf del 89 tuneado con pvc amarillo, lleno de hembras de su misma especie o de una tribu próxima-) se baja vociferando en un lenguaje desconocido para usted y se le encara con el consiguiente y lógico temor ante incertidumbre del comportamiento salvaje, que muchas veces queda en ladrar y no morder, pero cuidado españolito, no tiente usted a la suerte.
Les invito a poner más ejemplos, se me ocurren muchos, como el del ejemplar que trataba de vender una plaza de aparcamiento a mi querido compañero de blog, pretendiendo saltarse todos los trámites legales por sus santos cojones y avasallando de manera vil al que no pretende más que hacer las cosas bien… a mí también me pasó con un local: “o ehto en negro, o a tomá por culo el azunto” y… en fin, anímense, seguro que ustedes también conocen algún caso de ese comportamiento tan españolítico y tan ignorado por nuestros vecinos europeos y orientales.
Y es que, de expresiones como esta está llena nuestra querida comunidad andaluza, expresiones que después se combinan con un peligroso y ancestral fervor religioso, dando como resultado una combinación explosiva de arte y grasia única y pintoresca a los ojos del mundo. Lo que no saben los turistas belgas, británicos y japoneses que asisten con tanta atención y admiración a estos desfiles de charanga y pandereta, es todo lo que hay detrás: esos penitentes y/o costaleros pre-hominidos, guiados por esos “hermanos mayores” o como coño se llamen en su jerarquía de tintes masónicos, todos grandes hijos de la grandísima puta todas las semanas del año excepto una, en la que se hacen una diálisis espiritual y vuelta a joder. No generalizo oiga, españolito, no se me caliente tan pronto lo que pasa es que haciendo un estudio estadístico, suele resultar que en un gran porcentaje, el ganado que nos encontramos bajo esos capirotes o bajo esos pasos (algunos muy bellos, fuera ya de religiosidad o no) suele corresponder con el retrasado que, en su coche tuneado hasta el absurdo, se salta un semáforo por el que usted cruza de la mano de su mujer y al que usted, con toda la razón del mundo y sin querer ir más allá de la connotación educativo-social, increpa por tal acción. No teniendo suficiente con esto, encima el animal pega un frenazo y (quizá por defender su territorio –llámese vw golf del 89 tuneado con pvc amarillo, lleno de hembras de su misma especie o de una tribu próxima-) se baja vociferando en un lenguaje desconocido para usted y se le encara con el consiguiente y lógico temor ante incertidumbre del comportamiento salvaje, que muchas veces queda en ladrar y no morder, pero cuidado españolito, no tiente usted a la suerte.
Les invito a poner más ejemplos, se me ocurren muchos, como el del ejemplar que trataba de vender una plaza de aparcamiento a mi querido compañero de blog, pretendiendo saltarse todos los trámites legales por sus santos cojones y avasallando de manera vil al que no pretende más que hacer las cosas bien… a mí también me pasó con un local: “o ehto en negro, o a tomá por culo el azunto” y… en fin, anímense, seguro que ustedes también conocen algún caso de ese comportamiento tan españolítico y tan ignorado por nuestros vecinos europeos y orientales.
4 comentarios:
Hay gente que habla de la vivencia gnóstica absortiva del misterio en "el pazo"...
Yo digo: mongolismos; y digo bien, e imposición preracional con toma de calles de ciudades por las que PAGAMOS; violación intolerable de nuestros derechos.
No respetar cualquier tradición a cualquier precio.
dí que sí aeh
De modo que, apurando ya el fin de mis vacaciones, me dispongo a sentarme tranquilamente en mi sofá y disfrutar de "la noche temática", que, como cada sábado a estas horas, suele ofrecer cosas interesantes. Cuál es mi sorpresa cuando al cambiar de canal me encuentro imágenes de lo que parece ser una misa, con una tía más fea que un tiro de mierda leyendo la Biblia, para colmo el Antiguo Testamento. Le doy al teletexto a ver qué coño pasa y me encuentro con lo siguiente: "vigilia pascual" de 23:00 a 1:00!!!!, oh my fuckin'god! yo creía que esto estaba ya superado, españolitos. ¿Sabían ustedes, queridos inmigrantes musulmanes, evangelistas, budistas, etc. que en su contrato de trabajo y permiso de residencia estaba estipulado que una parte de sus ingresos va destinada a costear una televisión pública (o sea, para TODOS) sobre la cuál uds. no tienen ningún derecho de opinión y tienen que callar y dejarse aplastar bajo el santo acero de la espada de Santiago apóstol, martillo de herejes, en forma de tubo catódico?
No, verdad?
Bueno, pues nada, tendré que liarme un porro y ver la porno de las locales... toma VIGILIA.
Para celebrar la semana santa y el día de la santa república, me he hecho con las dos ediciones del videojuego MATANZA COFRADE, y estoy disfrutando como un enano disparando contra capillitas transmutados en zombies por mor de un incienso radiactivo.
Por cierto, que al autor de este juego estuvieron a punto de caerle dos años de cárcel por insulto a la religión y atentado contra la propiedad industrial, al estar registradas las imágenes de Cristo y la Virgen que aparecen en el juego (son tan creyentes que hasta se APROPIAN de dios y de su madre)
La segunda moennización, aeh
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