"por el amor (desplegarse) las profundidades de su alma" (Oráculos Cáldeos)
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MANIFIESTO DE LA SUPERIORIDAD MORAL DEL BUEN CHULOPOLLAS
Nosotros, músicos chulopollas, perdonavidas y pedantes, juramos someternos a las siguientes reglas establecidas por:1. La armonía tonal es reflejo de imposiciones marcadas a través de los siglos por la tradición occidental, el Estado y la Iglesia. En la sociedad de hoy esto carece de todo sentido, por tanto nuestras obras se emanciparán de cualquier servicio impuesto por la sociedad, y en consecuencia de cualquier obligación comunicativa y lingüística.2. La escala pentatónica natural queda prohibida bajo cualquier contexto, no así si se utiliza en forma híbrida con otro tipo de escala así como si en su uso se añaden cromatismos que reflejen dos dedos de luces en el intérprete.3. Cuantas más alteraciones propias aparezcan en la armadura y accidentales en la partitura, mejor, por supuesto. Componer en Do Mayor y en La menor es de subnormales.4. La sensible NUNCA resuelve en la tónica (¿estamos locos?), así como quedan prohibidas las cadencias perfectas y auténticas (eso para la tuna está muy bien, queridos, pero no para seres superiores).5. Las disonancias y acordes de 7ª, 9ª, 11ª, etc. TAMPOCO pueden ser resueltos. La sensación creada en el oyente debe ser la de un progresivo estado de incomprensión y mala hostia para con el músico ("¿qué poyah hace?")6. Se valorará muy superiormente al músico que en una misma obra utilice los 24 acordes que se pueden formar sobre la escala cromática.7. Si la obra musical va acompañada de texto, éste estará escrito en un lenguaje que sólo YO entienda.8. Las cuartas y octavas paralelas están permitidas, no así las quintas, propio de jevis de instituto que imitan a Black Sabbath.9. En cuanto a la instrumentación, el músico perdonavidas buscará utilizar siempre los instrumentos más raros y desconocidos para la gran masa. En el momento en que uno de estos instrumentos empiece a cobrar un mínimo de auge o se ponga de moda, el músico perdonavidas renunciará a su uso y buscará otro más raro todavía.10. El músico perdonavidas se sentirá culpable si utiliza una guitarra (y si es eléctrica más) a la hora de interpretar o componer sus obras.11. Pese a que el músico perdonavidas no tiene la obligación moral de explicar sus obras, si se viera en esa situación utilizará un lenguaje técnico-pedante que sólo él entienda. Es decir, se las explicará a sí mismo, ignorando a sus interlocutores.12. El músico perdonavidas debe ser un burgués que destine la mayor parte de sus ingresos a adquirir instrumentos de alto coste que le permitan innovar en el lenguaje y estética musicales, aun renunciando a que sus hijos estudien una carrera y tengan que hacer un módulo de FP.13. Las músicas de tradición oral y regionales quedan prohibidas. España es UNA.14. El músico perdonavidas no debe disfrutar cuando escuche música o cuando asista a una representación. Su misión es ANALIZAR lo que está oyendo. Sólo mediante la penitencia alcanzará la santidad y superioridad musicales.15. El músico perdonavidas se reserva el derecho de SENTENCIAR cuando le plazca, teniendo sus máximas la categoría de verdad suprema, del mismo modo y con la misma autoridad que lo hacen periodistas y críticos ignorantes de 2ª.16. El músico perdonavidas está autorizado a reírse en tu puta cara y llamarte mongolo si pronuncias tópicos del tipo de: "Las mejores baladas son las jevis", "El mejor guitarrista es Mark Knopfler, porque toca con los dedos", etc.17. En cuestiones musicales de cualquier índole y de cualquier género, lo que diga el músico perdonavidas ES LO QUE ES. Primero está Él, luego otra vez Él, y luego estás tú.18. Este manifiesto adquiere la categoría de MOVIMIENTO, pasando a denominarse “perdonavidismo” y sus seguidores “perdonavidistas”, por la misma razón que cualquier otro como el Dogma o similares, es decir, por mis cojones.
demagogo
y maricón
al españolito medio subnormal
4 comentarios:
Cuidadín con tantas horas de guardia, cosmo, a ver si te me vas a AMARICONAR ahora...
Jajajaja,
Ahora en serio, simplemente: precioso, my good ol' mystic friend.
Compruebo una vez más tu respetable afición por los folkie-van-goghs yanquis setenteros que tanto nos han aportado con sus "humildes" grabaciones. Pero quizá, mi buen doctor, de todos ellos yo destacaría a Nick Drake (además, este era INGLES, como sabes). En la interpretación vocal no llega a la altura de un Buckley o la propia Judee travesaño, pero como buen chulopollas he de decir que en materia musical supera a todos ellos, I tell yu. "Five leaves left", buenísima mierda que a cada escucha va mejorando, como pasa con toda esta gentuza.
Espero ansioso discrepes, que para eso estamos.
bueno una cosa es la esperanza y otra la nostalgia, no puedo elegir; no es lo mismo una atardecer en la campiña inglesa ciego de tryptizol, que un amanecer laurel canyon después de leer el cantar de los cantares...
luego... no se puede elegir: ambas cosas, Drake and Sill, son muy grandes; no podría aventurarme a definir cuál tiene más valor "en materia musical"; ¿qué es la materia musical?¿el registro define la bonanza de un cantante, por ejemplo?contesta mirádome a los ojos, y sin hacer PUCHEROS
pienso que el tercer y cuarto disco de Scott Walker, o la saga Left Banke(con Montage y demás), v.g., suponen dos de los mejores puentes entre esas dos maneras de ver el folk de cámara: la europea y la norteamericana; sobre esto podríamos hablar dias, hay muy buen material por ahí bastante ignoto...mi último descubrimiento se llama Bridget St John(inglesa, cómo tu gustas, anglófilo de Sos Del Rey Católico).Miraver.
Miraré.
Te doy la razón en parte. Quizá mi involuntario empeño en destripar todo lo que pasa por mis orejas (el Victoria Eugenia tiene gran parte de culpa en eso; cómo echo de menos el ponerme a improvisar sin que se me vayan los ojos o la cabeza a ver por dónde voy pasando... En fin, creo que poco a poco lo iré volviendo a conseguir) he establecido -involuntaria y erróneamente, repito; pero efectivamente, ante tanto hijoputa suelto- unos criterios que se basan fundamentalmente en la riqueza: riqueza armónica, melódica, rítmica, interpretativa y, porqué no, tímbrica. Pero ojo, nada de pollapanismos-virtuosismos, sino a otro nivel, yu nou. El caso es que últimamente cada vez me doy más cuenta de que en una pieza de un sólo acorde, por ejemplo, puede haber tanta o más belleza que en la puta "sinfonía de los mil", aunque académicamente esta última sea más rica y tenga más valor en materia musical. El valor, mi querido gemelo chulopollas depende de muuuuchas cosas. Picasso decía que él no podía valorar una obra de arte con sólo contemplarla, sino que tenía que saber las circunstancias que habían rodedado a su creación como, por ejemplo, la predisposición del artista y su estado espiritual en el proceso. Eso sí lo tengo muy claro hoy por hoy; el proceso va por delante del resultado. Por eso quizá no me preocupo mucho de registrar lo que hago, y te aseguro que a veces se me van las horas metido en el ajo... Hay días que me pongo a pensar: "coño, y ese tema con el que estuve tanto tiempo alienado, sabe Dios dónde coño andará, ¿cómo era...? Una pena. Bueno, siempre nos quedará la cinta color naranja.
Salud, camarada.
Una cosa más: todos estos cadáveres-antes-de-tiempo-tengo-dos-discos corren el peligro de la sobrevaloración precisamente por eso. Así que cuidadín, busquen y comparen, españolitos.
Hoy no es buen día para Drake, a ver si me animo con MMW...
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