marranillo con dos minutos de curioso

Sobre la verborrea de mistiscismo-más bien mixtificación irracionalista disimuladamente narcisista- de autoayuda con peste esoterista del Alejandro Jodowronsky actual, en este texto no se citará ni una palabra. Teniendo tantos trabajos de Jung que leer, se antoja inútil perder el tiempo con baratijas new age.
Dicho esto, este año será recordado por haber visto la luz la reedición a toca teja de su cine, que siempre se ha citado por los especialistas en malditismo cinefálico (y entiéndase este epíteto con toda la mala intención que porte) como un cúmulo de perlas escondidas en la mierda de la sobredosis de simbolismo y exhibición nada prudente de arquetipos noéticos, con una clarísima intención de epatar; cuando uno es joven, y bastante sobrado de ego artístico, estas cosas se filman o se graban ("ars teopática"?); eso sí, conocimiento erudito parece que no se puede negar a este señor...aunque vive dios que de poco sirve leer tanto, ya sabemos...
A pesar de lo que nos pueda cargar a veces a este individuo, como dice mi madre, "no hay ningún marranillo que no tenga 2 minutos de curioso", y el cine del Jodow hay dos o tres minutos de curiosidad, y de esto vamos a escribir unas folletaícas...
De "Fando y Lys" no hay mucho que decir, excepto algún momento brillante, es una obra deudora de gabachismos que da verguenza nombrar otra vez...aunque el Pánico ataca el tardo-surrealismo, en su nacimiento como antimovimiento parte de unas premisas nihilistas y dionisíacas similares a las del amanecer de cualquier vanguardia del siglo XX; nada especial como "movimiento" (era sólo una coña me parece a mí), sin embargo con un cagaduro tan monstruo como Arrabal, a título individual, en sus escuetas filas...afortunadamente, de tanto embriagarnos con el lenguaje arquetípico, comienza a acertar en el "Topo"; en los minutos que dura esta película, así como el principio de la "Montaña Sagrada", a pesar de la constante estética sobrecargada y dualista de este cine, siempre pleno de dolor-pecado-apego, el clima es tan inquietante y, "violento"- entendiendo violencia en el sentido dionisíaco del Pan Ico- que llega a alterar el nivel de conciencia considerablemente con un insight adecuado; será mi debilidad por el desierto y el histrionismo. Ni que decir tiene, que nada tiene un valor estrictamente cinematográfico aceptable o digno de mención por el Cinéfalo de los Cohones de la Filmemoteca: el gran valor de estas imágenes es tratar de violar el discurso de una, ya entonces, feneciente materia como era el cine. Y a la vista está el grado de putrefacción que hoy presenta, ¿no?; pido la opinión de algún chulopollas experto. Creo que a cualquier manifestación artística no discursiva, o transformadora del ser (o de la propia vida), en occidente, le suelen caer espumarajos de burgueses pusilánimes cabreados; a este cine le cayeron: los detractores de estos films son legión, claro...
El acercamiento a la noción de banda sonora en ambas películas es bastante peculiar; parece que un cut-and-paste fraternal en el caso del Topo, y una exigencia de "música especificamente espiritual" a Don Cherry en la Montaña Sagrada. En la segunda mitad del minutaje de esta última, aparece el Jodow demagogo y epatapaniaguados, que tanto favor hace a una noción de mística de autoayuda pobre y mierdosa, y tanto daño a una visión transracionalista-incetidumbrista-contracultural-política y despagada, más adecuada para "nuestro cosmos de hoy". Llegando a lo cómico incluso en la escena del tarot. Para ir a mear y no echar gota...cosa más fea de escena.
En fín, que con tanta unanimidad acerca de la Insondable Sabiduría de este señor, apetecía una crucifixión cariñosa del cordero Topo: alguien que trata de ayudar a sus semejantes de diversas-demasiado diversas-maneras, con el defecto Ebreo-zin hache, inzisto-de gustarle más las pesetillas que un tonto una gorra a cuadros.
Que en el fondo eso es lo que pasa, te vayas tu a creer, que este remanece de Girooona, el ioputa.
hi hi