
Y es que el bueno de Dom Minasi, con su pinta de osito güini pú y su sonido stándar, hace ya algunos años que empezó a ver la luz al final del túnel y comenzó a "juguetear" en discos como Goin' out Again (2002), Time Will Tell y Quick Response (2004) (y, anteriormente, Finishing Touches y Takin' the Duke Out -el título habla por sí solo-) y de los cuales podemos resumir sus intenciones estético-jazzísticas de la siguiente manera: revisitar piezas de museo obsoletas (tipo "Autumm Leaves") para destrozarlas como Dios manda.
Sostiene que en los 70 (cómo no) sus influencias dieron un giro radical hacia los sonidos de Miles Davis, Coltrane, Monk y... bueno, (lo dice él, repito) Schöenberg, Stravinsky, Berg y Cage.
Vale, eso está bien, cambiar a Wes Montgomery por Stravinsky (hi). Aunque a mí me cuesta ver del todo el peso de esa influencia en sus discos. Más bien se podría decir que hay una tendencia hacia, evidentemente, las escalas cromáticas y hexatónicas así como a los acordes derivados de éstas y la inclusión de cuerda frotada, logrando una indeterminación moderada y aspirando (como verán después) a una plena.
Llegamos así pues a The Vampire's Revenge (2006) en el que, entre otras curiosidades, ha contado con un total de 22 músicos (desde sus compañeros habituales de trío Ken Filiano y Jackson Krall, hasta viejos amiguetes de la Knitting o la Thirsty Ear como Matthew Shipp) y que en mis recién reparados altavoces Emerson de hace 30 años (sí, de los que había en las casas de los melómanos padres de algunos de nuestros amigos de la infancia, es decir, de los de verdad), se acerca mucho a lo que por aquí conocemos como ritual loperamídico de la old school. No hay cacharricos, ni válvulas, ni loops... pero bueno, en este caso tampoco hacen falta; te perdonamos. Tampoco le vamos a PRESIONAR al pobre de Dom, a sus años ya.
Y es que el abuelo tiene unas curiosas aficiones; por lo visto tenía en mente el proyecto desde hace 10 años al leer una novela de temática vampiresa de Anne Rice, mira tú el abuelito friki, en qué cosicas se inspira para (según palabras del propio Minasi) hacer un disco que le ha supuesto "un gran trabajo de composición" ?????? En fin, el verá lo que se habla. Yo prefiero ponerme a escucharlo y pasar de nosferatus sicilianos y sistemas de composición alternativos y ultrasecretos (como el de John Zorn, que por lo visto le permite grabar discos al ritmo que Woody Allen rueda pelis).
Conclusión: Querido Minasi, estás APROBADO por estos pequeños trozos de buena mierda que vas haciendo y por haber hecho muy bien pasando de Burrell, Hall y demás colegas jevis de instituto y madurar de una vez, aunque sea ya cerca de los 70 tacos. El tema de las portadas de los discos y los títulos de los álbumes lo pasaremos por alto, anda, no vaya a ser que por unas décimas vayas pa septiembre.
4 comentarios:
chulético, yes sir
que pitopausia más apañada
no conocía esto
agradecido
deslabazamientos y cromatismos: eso es el nirvana banana nirvana
te están empezando a gustar cosas muuuuuuy feaaaaaas
como un ray russell en pureta, se nota que hay capullicos d la knitting por ahí
en cuanto a zorn.... opino que graba mucha mierda pero acierta con cierta frecuencia...por probabilidad
Por supuesto de que sí, bro, este es el camino, cada vez me doy más cuenta.
Ya lo profetizó Miles en los 70.
A ver si poco a poco voy metiendo a los jipis estos por vereda.
Por ahora mucho Scofield y Hunter (no se me vayan a asustar los niños, pa una vez que encuentro músicos apañaícos...)
No tengo mu escuchao a Zorn en solitario, pero sí Masada, que es una gran demostración de lo que ha dado de sí Caravan y lo requetebien que se ha conectao con el klezmer. En cuanto a Don Minasi, reclamo la ejecución sumarísima del que le hace las portadas de los discos, y más vídeos del maestro pa darle aquí a los deíllos. Qué gloria de desestructuración.
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