
"Dios concede su gracia directa y plenamente:no puede ganarse"
(La nube del no saber, Anónimo Inglés, s. XIV)
La inmersión en el sonido es propiamente un hecho físico; es un inundación en el espectro de frecuencias; no hay notas, no hay un hombre que hereda el fingerpicking faheyano y lo transporta a Plutón;no hay un "dios" de la guitarra de 20 años; lo que está sonando no es "the cloud of unknowing" de James Blackshaw ; el hombre ha desparecido; es un sonido verde de gracia en el que te encuentras, meditando y perdido sin saber; es algo tangible que inspira bondad, que inspira buena voluntad; ganas de construir; mi hija adora mi banjo; adora su frecuencia; estando inmerso en la escucha, tras leer algún pasaje del eterno texto místico inglés, hay un súbito cambio, hay una tensión en un acorde, que te lleva a otro terreno en algún rincón de tu espíritu; más dentro; un cambio, una tensión en un acorde disminuido-abajo lo puedes escuchar...vuelves a atrapar el espíritu de los que grabarás con tu banjo, las canciones soñadas de tu hija, tras fracasar tu pensada música de filtro Tomatis...
Un banjo, un kaoss pad, y otro paso adelante.
Sin duda, este joven y yo podríamos ser grandes amigos.
2 comentarios:
No toca mu mal del to el chaveílla, aeh
Crack
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