
"Zappa en el infierno: el rock como movilización para la disidencia política", es un pequeño ensayo de
Manuel de La Fuente Soler, sobre el específico tema de los últimos "desvaríos" del tio Frank en el final de su carrera, cuando asqueado pide la participación política de la
hubentú para sacar del poder a los republicanos y a sus tentáculos opresores sobre la "expresión artística disidente", a través de la censura, la MTV, y el rodillo de la ultraderecha fanática religiosa norteaméricana (esa que sigue , más erecta que nunca a dia de hoy, partiendo el bacalao).
Leí el ensayo, una rareza en este país de tullido editorialismo musical( aunque levantando cabeza ultimamente) esperando alguna reflexión más genérica sobre la materia del subtítulo: "el rock como movilización para la disidencia política"...yo, el buscador de la bombas en los cerebelos anarco-místicos. En general se trata de un libro documentado aunque sociológicamente plano sobre el corrupto esqueleto neandertal del reaganismo, y la consiguiente respuesta sarcástica de Zappa, pero cierro la última página del libro con la inquietud de que una vez más se dan demasiadas cosas por sentado:
-No veo en la historia del rock una disidencia política, más bien la provocación indirecta del escándalo de evangelistas blancos mirando como sus retoños imitan la forma de vida y la
jodienda de los negros. Un disección crítica tan brillante como la de Zappa no es algo propio del rock, claro está, es la excepción en un mundo fundamentalmente inventado para jincarla en caliente y ponerse hasta las cejas; en otras palabras: algo que nace como un producto de consumo dificilmente articula una disidencia a medio-largo plazo debido a sus propias contradicciones; desde el principio el rock está dentro de la economía de mercado. Y punto.
-Con la llegada de la "madurez" al rock, se "traiciona" como expresión "meramente escapista" (y esto con muchos matices, claro) y comienza el choque
real con la fuerza del Dinero y los 4 que lo manejan, que no ven bien esa capacidad que pueda tener este "rock maduro" para generar un pensamiento crítico.Vayamos a pollas. Una de las cosas que mejor documenta el ensayo del que hablamos es el sentido orweliano del nacimiento del videoclip y la MTV, así como la fusión de corporaciones, para favorecimiento del control ideológico y el pensamiento único; de modo que el rock "masivo" es confinado definitivamente al rincón de la frivolidad, y ahora para quedarse per secula seculorum (hasta hoy, y hoy más que nunca, para vuestro hastío, gran minoría...)
-El problema aparece cuando Zappa parece creer que una democracia parlamentaria liberal, y nuestra capacidad de "decidir", mediante un voto, puede alterar el curso de la acumulación brutal de poder del dinero y sus métodos. O dicho de otro modo:¿qué cambia si el peludo vota?, ¿no sería mejor no consumir, sacar la música de las relaciones mercantiles, salir de la industria discográfica, eliminar el disco como objeto, y devolver la música a la gente y quitársela a los profesionales, sean bufones, "artistas" o mercaderes?; o por último: ¿no sería mejor mandarlo todo a la mierda, en vez de seguir votando-consumiendo?
Que creo al final del dia que en Frank Zappa encontramos un liberal reaccionario disidente, creyente "profundo" en los valores liberales -pero no libertarios ("en-mis-ensayos-no-te-chutes-jipi"), en cierto modo inocente-ingénuo con los modos de transformación social posible mediante el "arte", y muchos menos cínico de lo que se nos quiere dar a entender a veces. Un trozo de pan, en otras palabras. Una persona bienintencionada con la
huventú.
Es imposible que la música vuelva a realizar su verdadera función reorganizadora del espíritu si no abandona la disecación como objeto (físico o cognitivo, cuidadín) a la que se le somete por aquí desde hace un siglo más o menos.
Pero Frank no creía en dios, pero Frank tenía también un negocio y una casa que mantener...
(está jodía la cosa, si)